Clinica de Heridas

La Clínica de Heridas, es un Programa piloto en el país y se ha mostrado como ejemplo en muchas instituciones, a nivel nacional e internacional. Con este Programa, se brinda el cuidado integral y especializado, al paciente con heridas agudas y/o crónicas, de alta complejidad y difícil manejo.

martes, 16 de noviembre de 2010

Clinica de Heridas

Un paciente puede presentar heridas de dificil manejo por diferentes causas. Usualmente las heridas crónicas producidas por enfermedades como la diabetes, alteraciones vasculares, várices, ulceras por presión o trauma, entre otras.


Es frecuente que heridas crónicas de dificil manejo puedan llevar a la amputación de una extremidad.

En algunas ocasiones el manejo convensional de las heridas crónicas con curaciones simples no es sufuciente y se requiere de un manejo especializado y curaciones especialmente dirigidas.

En La Clínica de Heridas puede encontrar el manejo especializado necesario para manejar heridas de dificil manejo e idealmente llegar a una pronta curación, evitando la infección y en algunas oportunidades salvando la extremidad afectada.

Heridas por Varices

Las varices son dilataciones de las venas superfisiales de los miembros inferiores, al inicio de la enfermedad pueden observarse pequeñas dilataciones de las venas más delgadas a las que se denominan varículas. El progresar la enfermedad estas pequeñas dilataciones se pueden convertir en venas varicosas grandes, ingurgitadas y tortuosas.
Ademas de la dilatación venosa, puede observarse como la piel de las piernas toma una coloración ocre y se hace mas dura al tacto. En algunas ocasiones el paciente puede sentir dolor, cansancio y pesadez de piernas al estar mucho tiempo de pie e hinchazón de la pierna afectada, estas molestias desaparecen, cuando el paciente se acuesta.
Las varices no son conductos adecuados para el flujo sanguineo y demoran el paso de sangre que viene antes de las venas alteradas, debido a esto la piel sobre las piernas o pies no recibe suficiente oxigeno y nutrientes, adicionalmente no elimina efectivamente los productos del metabolismo celular y se pueden llegar a producir heridas abiertas. Para que estar heridas curen es necesario un manejo especializado y dirigido, ademas de un control adecuado de la enfermedad base.

Pie Diabético

La diabetes es una enfermedad en la cual en la sangre hay niveles muy elevados de glucosa, esto ocurre porque el cuerpo no produce suficiente insulina o porque el cuerpo se hace resistente a la insulina. Los niveles elevados de glucosa en la sangre producen daño a todos los vasos del cuerpo, comprometiendo especialmente al corazón, riñones, retina, nervios, etc.

Entre los vasos dañados en la diabetes se encuentran las arterias que irrigan el pie. El daño a estas arterias evita que llegue suficiente oxigeno y nutrientes a la piel del pie y pueden aparecer heridas. En el pie diabetico existen dos grandes componentes, por un lado el daño a las arterias no permite la llegada de suficiente oxigeno y nutrientes a la piel; por otro lado los nervios perifericos del pie tambien se encuentran comprometidos, al estar los nervios comprometidos el paciente no siente adecuadamente su pie, es frecuente que las heridas en los pacientes con lesiones propias del pie diabético trascurran sin dolor, debido a lo cual se suele agravar la lesión antes de que el paciente pida ayuda especializada.

El pie del paciente diabético es muy sensible a todas formas de traumatismos, el talón y las prominencias óseas suelen ser las mas vulnerables y donde es frecuente encontrar heridas por pie diabetico.

Recomendaciones para evitar heridas de pie diabético:

•Cada día, los pies deben ser lavados (aunque no empapados) en agua caliente, cuya temperatura ha sido probada previamente con la mano. Se deben secar con meticulosidad, prestando una atención especial a los espacios interdigitales (entre los dedos).

•Las uñas de los pies deben cortarse con cuidado. Los pacientes con mala vista o manos temblorosas deben pedir a otros personas que se las corten. Las uñas no deben ser más cortas que el extremo del dedo.

•Los pies se deben inspeccionar con frecuencia, buscando detenidamente zonas resecas y fisuras en la piel, sobre todo alrededor de las uñas y en los espacios interdigitales. Deben espolvorearse con talco, si la piel está húmeda, o recubrirse con crema hidratante, si la piel está seca. Revise las plantas.

•Si aparecen ampollas o infecciones, consulte inmediatamente.

•Los zapatos deben ajustar bien (sin apretar) y ser confortables, dejando espacio para que los dedos descansen en su posición natural.

•Los zapatos nuevos deben calzarse progresivamente, cada vez durante un tiempo un poco más largo.

•Se deben utilizar calcetines de algodón o lana, mejor que de nylon. Deben ser de la talla adecuada y no tener zurcidos ni costuras que puedan producir presiones. Deben cambiarse diariamente.

•Caminar con los pies descalzos es peligroso, ya que cualquier herida en el pie de un diabetico puede tardar mucho en curarse.

•Dejar de fumar. El tabaco es muy perjudicial para los diabéticos, porque reduce aun mas la circulación.

Ulceras por presión

Las ulceras por presión son lesiones en la piel que aparecen por permanecer en una misma posicion por demasiado tiempo, al soportar el peso sobre una misma region de piel por demasiado tiempo ocasiona que a esta region de piel no llegue suficiente oxigeno y empiesa a dañarse. El riesgo es mayor si se está recluido en una cama, se utiliza una silla de ruedas o no puede cambiar de posición.

Las úlceras por presión aparecen principalmente donde los huesos están más cerca de la piel, como las caderas, region sacra, tobillos y los talones. Un cuidado adecuado de las úlceras por presión pueden evitar infecciones graves que en algunas oportunidades pueden poner la vida en peligro.

Para prevenir las úlceras de presión:

•Mantenga la piel limpia y seca
•Cambie de posición por lo menos cada dos horas
•Utilice almoadillas u otros productos diseñados para disminuir la presión sobre los sitios que mas presión presentan (caderas, sacro, tobillos o talones)

El tratamiento convensional de las ulceras de presion con curaciones simples puede tardar meses. El objetivo de la clínica de heridas es disminuir el tiempo de curación de la ulcera y evitar que aparezca nuevamente.
La mejor manera de tratar una ulcera de presión es evitanto que aparezca.

Parche para tratamiento de Alzheimer

Para evitar los efectos secundarios que causan los medicamentos actuales contra esta dura enfermedad, hoy la medicina moderna ofrece un nuevo enfoque terapéutico para su tratamiento.
A simple vista no es más que un parche, más representa una solución eficiente de gran beneficio a los pacientes de Alzheimer. Además, brinda una mejor calidad de vida tanto al enfermo como a sus familiares.

Está compuesto del fármaco rivastigmina, inhibidor de ciertas enzimas en el cerebro. Funciona retrasando la progresión de enfermedad en el paciente. El 73% de las personas con enfermedad de Alzheimer necesitan ayuda para gestionar y tomar sus medicamentos, por lo que el papel del cuidador es relevante en la eficacia del tratamiento. En un estudio 7 de cada 10 cuidadores prefirieron el parche frente a otras formas de tratamiento por ser sencillo de administrar, además que permite un control visual de que fue administrado. Hasta ahora existen medicamentos orales muy eficientes, más sus efectos colaterales a nivel gastrointestinal, son difíciles de soportar, por ello, este parche es gran avance debido a que el paciente logra la dosis óptima, sin sufrir tantos efectos secundarios.

Los parches en la medicina se usan en diversos tratamientos, tales como reemplazo hormonal y depresión entre otros. Existe ahora un parche pequeño, que reemplaza la dosis oral pues libera el medicamento de forma paulatina y prolongada; una absorción lenta y directa.

Puede colocarse a nivel lumbar, en el brazo o en la espalda. Se cambia una vez por día, es práctico y funcional. Si bien no hay cura para la enfermedad, el medicamento mejora la calidad de vida, el funcionamiento normal, la memoria y atención, y disminuye la tensión del cuidador.